Mejora tu salud y tu figura cuidando tu dieta en el trabajo

Por Liliana Costa

La vida actual puede definirse con muchos apelativos, pero sin duda, uno de los más solicitados podría ser el de estresante, Da igual que seamos ingenieros, abogados o informáticos, salvo algunas excepciones, pasaremos la mayor parte del día trabajando sentados frente a una pantalla o una pila de papeles y un bolígrafo.

Woman using cell phone and eating salad at desk

Como es lógico, esta rutina termina pasando una importante factura a nuestra vida en diversos planos. Lo más evidente es lo que podemos ver, como puede ser una figura descuidada, con sobrepeso y flacidez. Pero lo realmente peligroso es lo que no vemos, ya que este estilo de vida es la principal fuente de problemas de salud cardiovasculares y respiratorios, lo que puede derivar en casos de infarto, diabetes o insuficiencia respiratoria. Pero si esto fuera poco, también esta demostrado que una mala dieta provoca diversos problemas psicológicos, los cuales van desde una leve apatía hasta una grave depresión.

Ante este panorama, lo mejor es intentar comer lo más sano posible, buscando una dieta equilibrada. Sin embargo, muchos dirán que es difícil aunar una buena alimentación con nuestra vida laboral. Aunque de entrada esto puede ser así, lo cierto es que con un poco de fuerza de voluntad y una simple guía. Al igual que podemos seguir consejos para la búsqueda de empleo, es posible hacer lo mismo con nuestra alimentación. No es nada descartable llevar la comida y el empleo a un punto de entendimiento, lo que sin duda sólo puede ser beneficioso para nuestra figura, nuestra salud y nuestro estado de ánimo.

  • Organiza tus comidas. Una buena forma de mejorar nuestra alimentación es llevarla de forma ordenada, intentando comer siempre a la misma hora, no variando nunca más de media hora. Esta rutina además nos ayuda a mantener la figura, ya que nuestro organismo tiene memoria, por lo que si nota que la comida no es un problema guardará menos reserva, con lo que si comemos de forma desordenada, nuestro cuerpo generará reservas extra de grasas.
  • Nunca comas sólo. Es una imagen muy típica coger cualquier cosa de una máquina expendedora o un quiosco de golosinas y tomar lo que sea frente a la pantalla de la computadora, sin pararnos a pensar en lo que comemos. De este modo, además de no disfrutar para nada los alimentos, terminamos comiendo más de la cuenta, pues no prestamos atención y comemos más allá de saciarnos. Si comemos con compañeros de trabajo, además de mejorar el ambiente de la oficina, espaciaremos los bocados para charlar, con lo que además de saborear más los alimentos necesitaremos menos cantidad para saciarnos.
  • Evita la comida que no sea casera. Desgraciadamente, la única forma de estar completamente seguros de que lo que comemos es totalmente sano es haciéndolo nosotros mismos, lo que no tiene porque ser necesariamente malo, pues la cocina se puede convertir en una afición divertida y relajante. No hay ningún problema si algún día optamos por la comida rápida, aunque sí es recomendable cuando comemos fuera de casa optar siempre por una carne o pescado a la plancha acompañado de ensalada, pidiendo siempre los alimentos sin aderezar, para condimentarlos a nuestro gusto en la mesa, ya que en las cocinas suelen abusar de la sal y otros condimentos.
  • Recuerda que comer sano es sólo el principio. Conseguir una dieta sana y equilibrada es un buen paso, pero no es más que uno más dentro del camino hacia una vida sana. Otros pueden ser evitar los hábitos tóxicos, como fumar o abusar del alcohol. Pero sin duda uno de los más importantes es el ejercicio, para lo que podemos buscar un gimnasio cercano en las webs de clasificados online u optar por desplazarnos a nuestro puesto de trabajo andando o en bicicleta, para hacer ejercicio durante nuestros desplazamientos. De esta forma, nuestro cuerpo verá aumentados todos los esfuerzos que hagamos con la dieta de forma exponencial.